jueves, 15 de noviembre de 2012

Como explicarte lo que es el amor si nunca tuviste una moto en tus manos!!!
Como explicarte lo que es el placer si nunca te subiste a ella...
Como explicarte lo
 que es el compañerismo si nunca anduviste en grupo...
Como explicarte lo que es la solidaridad si nunca paraste en la ruta para ayudar a otra moto...
Como explicarte lo que es la desesperación si nunca te intentaron alcanzar en la ruta...
Como explicarte lo que es la soledad si nunca viajaste como forastero...
Como explicarte lo que es el orgullo si nunca te alagaron tu moto...
Como explicarte lo que es la adrenalina si nunca anduviste entre las montañas y en curvas...
Como explicarte lo que es la esperanza si nunca te paso de tener poco litros de nafta y que te falte para llegar a reabastecerte...
Como explicarte lo que es la vida, si nunca jamás, te sentaste y aceleraste en una ruta ...UNA MOTO!!!



lunes, 15 de octubre de 2012

Algunas personas miden sus aventuras en millas o dias, yo prefiero en "horizontes cruzados"



viernes, 21 de septiembre de 2012


La moto es uno de los medios de transporte a motor más antiguos que existen desde que se inventó el motor de combustión interna, tal como lo conocemos hoy en día. Y no se necesitó de mucha tecnología para que las bicicletas del siglo XIX pasaran a tener motores que evitaran “pedalear”... Pero con el transcurso del tiempo, su rol cambió.

Desde comienzos del siglo XX, la moto comenzó a convertirse en una forma alternativa de disfrutar la vida. Los primeros “viajeros” no contaron con la comodidad de las motos de hoy, pero todos, desde el comienzo, salieron a la ruta con el único fin de “oler el viento”.

Quienes nunca tuvieron una moto suelen mirarnos a los motociclistas como quien mira a un “demente”. Las preguntas sobre lo “peligroso que es andar en moto y porqué lo hacemos” son moneda frecuente. Pero como todo en la vida, eso tiene otra visión: para todo motociclista, la moto es una pasión… y esa pasión se refleja en todo… hasta en una mesa de café.

Por lo general, un motociclista es una persona extremadamente “apasionada” a la hora de hablar de su moto. Si no has tenido nunca una, te recomiendo no te sientes en una mesa rodeada de motociclistas porque tu tranquilidad mental correrá serio peligro al escuchar largas conversaciones sobre motores, suspensiones, viajes, rutas y otras cosas similares, que solo pueden ser interrumpidas por quien posea un motor más potente o haya hecho un viaje más largo.

Seamos realistas, cuando nos juntamos a “hablar de motos”, somos insoportables para los demás mortales.
Pero lamentablemente para todos, cada día somos más difíciles de identificar en forma preventiva, y ello hace que la “profilaxis anti-monólogos”, sea difícil hoy en día.

Antes, la cosa era más fácil. Pelo y barba largos, campera de cuero, un jean muy roto y lleno de grasa… ¡y ya está!, cualquiera podía identificar perfectamente a un motociclista y evitar su tediosa charla sobre “la importancia del cable del acelerador”. Pero ahora la cosa ha cambiado mucho...
Hoy en día, un motociclista se encuentra bajo un camouflage que, en muchos casos, lo hace difícil de identificar. Y una vez en la mesa, deberás escuchar largos relatos sobre un viaje “por la ruta cuarenta” mientras te preguntas “¿dónde queda esa ruta?”.

¿Y porqué ocurre esto? Sencillamente, porque el Motociclista de la actualidad no responde a ese patrón físico que nos llegó de la mano de Hollywood. El “Motero”, Motoquero, o como te guste llamarnos, es una persona (hombre o mujer) que ha elegido a la moto como un medio de vida. Sí, leíste bien, dice “medio de vida” y no “de transporte”. El motociclista actual, en la semana, es un profesional, empresario, estudiante o un empleado común y corriente, que los fines de semana disfruta de algo que ningún automovilista disfrutó nunca: El viento en la cara.

Las motos han cambiado. Ya no son las “regadoras de aceite” de fines de la Segunda Guerra Mundial. Una moto actual es una pieza de muy alta tecnología diseñada específicamente para entregar el 100% de satisfacción a su propietario. Y esos “propietarios” las adoran mucho más que… este... bueno… Seamos francos, las adoramos “demasiado” en algunos casos.

Hay una vieja frase que dice que los únicos que comprenden a los motociclistas son los perros que alguna vez han sacado la cabeza por la ventanilla del auto. ¿Nunca los viste?, ¿viste la cara de felicidad de un perro cuando hace eso? Pues tiene la cara al viento como un motociclista… y eso no se le puede contar a alguien, solo puede ser vivido para comprenderlo.

Pero volviendo al tema de “Cómo protegerse de un motociclista en la mesa”, te cuento que debido a que el “motero” actual es médico, ingeniero o de la profesión que se te ocurra (debo confesarlo: hay abogados también), esa persona, en la semana, se disfraza de “normal” para cumplir su trabajo. Pero por debajo de la piel de esa “persona normal”, una enfermedad incontrolable se mantiene latente. Una especie de fiebre comienza a apoderarse de él el día jueves… Y cuando llega el viernes comienza a despojarse de sus tareas habituales y a pensar solamente “en eso”…

Si piensas que “la moto” es una adicción o una enfermedad… Bueno, nadie dijo que no lo fuera… Pero, seguramente, es incurable.

Y llega el sábado… y con él, la oportunidad para salir a “pasear un rato”. ¡Y cualquier excusa es buena! Desde la muy utilizada “encontré una parrillita nueva en el kilómetro 94 y medio de la ruta 3580”, hasta la de “el sábado es para salir con los amigos, el domingo para la familia”.

Pero ambas son mentira. Son crueles mentiras inventadas por nosotros, los motociclistas, para poder estar “con ella”. Para poder salir a la ruta con nuestros cascos bajo el sol, disfrutando en pareja con ella… mmm… ¡atención esposas!

He visto motociclistas que han viajado medio planeta para poder recorrer la Ruta Nacional 40 de Argentina. Motociclistas que han salido desde Buenos Aires y han ido “a dar una vuelta” hasta Canadá… o los que se van “hasta Ushuaia” o a Machu Picchu.
Y no son pocos. Son muchos más de los que puedes imaginar, porque la moto te invita a viajar, a conocer nuevos lugares… a sentirte libre.

Te asombraría saber que en Argentina tal vez la vertiente de turismo interior más fuerte sea el moto-turismo.
Todos los fines de semana, cerca de un cuarto de millón de “moteros” viajan a algún lado “a pasear un poco”. Y en el verano, los viajes se multiplican.
Pero siempre, el motivo es el mismo: salir a disfrutar de la ruta y el paisaje con el viento en la cara.

Incluso te asombraría saber cuan distinto se ve nuestro hermoso país desde una moto, si lo comparamos con un auto. Pero eso puede ser tema para otro día…

Hoy el tema es contarte porqué no es lo mismo “la moto” que un buen auto o una 4x4… Que conozcas un poco a estos “locos” que viajamos disfrutando del sol y aceptando la lluvia, sólo por el placer de estar en la ruta… De viajar sobre nuestra moto oliendo el viento.

Y la próxima vez que vayas en tu auto y cruces a un solitario viajero o a un grupo de ellos… no los mires como a locos. No pienses que son “peligrosos vagabundos sin trabajo” que han salido a hacer de las suyas… Recuerda a tu perro (o alguno que hayas visto) cuando saca la cabeza por la ventanilla. Recuerda que seguramente habrás comentado para ti mismo “qué cara de felicidad la de ese perro” o le habrás dicho a quien estaba contigo “¡mirá el perro, qué feliz que es sacando la cabeza!”… Y comprenderás porqué amamos a nuestras motos.

Porque son lo que nos permite ser felices disfrutando de la ruta. No importa cual. Lo importante es la ruta y la libertad, porque son el medio para lograr la felicidad…Y no importa el sexo ni la condición social. El viento nos da en la cara a todos por igual (como a los perros).

Pero te recomiendo que evites las mesas de café. Pues, aparte de incurable, es muy contagioso.


UN ABRAZO

Locura.-

martes, 20 de marzo de 2012

EL TIEMPO...

Los últimos 3 deseos de Alejandro Magno antes de su muerte:


Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.
2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...
3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.

Alejandro le explicó:

1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que venimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.
Al morir nada material te llevas, aunque creo que las buenas acciones son una especie de cheques de viajero.

"EL TIEMPO" es el tesoro más valioso que tenemos porque ES limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar, nuestro tiempo es nuestra vida. EL MEJOR REGALO que le puedes dar a alguien es tu tiempo y SIEMPRE se le regala a la familia, a alguien especial o a un buen amigo.

EL VELOCIMETRO SIEMPRE TE AVISA

seamos RESPONSABLES ...

lunes, 27 de febrero de 2012

Un Himno.... un resumen de vida... ser peregrino de un sueño

 
 La mayoría de nosotros no estamos preparados para superar nuestros fracasos y por eso que no somos capaces de cumplir nuestro destino. Es fácil defender algo que no entraña ningún riesgo
El descubrir nuevos mundos te aportara no solo amor y sabiduría sino también tristeza y temor. ¿Cómo podrás valorar la felicidad sin haber experimentado la tristeza? ¿Cómo podrás conquistar la sabiduría, sin antes haber tenido que tenerte que enfrentar a tus propios temores? Al final, el gran reto de la vida consiste en superar nuestros propios límites empujándolos hacia lugares a los que jamás habrías soñado llegar.
Todos tenemos sueños, la única diferencia es que algunos se esfuerzan constantemente en alcanzar su destino, sin importarles los riesgos, mientras que otros renuncia a sus sueños para no perder los que poseen. Nunca podrán descubrir cual es el verdaderos propósito de sus vidas.
Es el temor a lo desconocido lo que les hace comportarse de ese modo. No comprendes que las lecciones más hermosas de la vida se aprenden en las situaciones más comprometedoras y difíciles.
Comienza a recordar los sueños que tenias antes cuando deseas algo con todo tu corazón, nada puede impedir que lo consigas, salvo tus temores; escucha a tu corazón, pues en el se encuentra la respuesta para que tu sueño se haga realidad.

viernes, 10 de febrero de 2012

PLEGARIA DE UN MOTERO

Seguí por un instante mi consejo, sentate cómodo, servite algo (un ferné, cerveza o lo que te guste), subí los parlantes de la PC, hacé click en el enlace, miralo, leelo a conciencia, sentilo.... y si se te pone la piel de gallina y por ahí se pianta una lágrima, no te preocupes... en definitiva .... te pasa lo a mismo que a mí.... SOS MOTERO...